¡Que no te pesque desprevenido la lluvia!

Ahora que llegaron las temporadas de lluvias tenemos que considerar varios puntos al conducir nuestro vehículo, situaciones adversas que ponen en riesgo nuestra vida y la de los demás. En esta ocasión hablaremos de algunas medidas de seguridad cuando manejemos bajo la lluvia.

Principales problemas

La experiencia nos dice que si conducimos con lluvia tenemos que controlar la velocidad en especial cuando el pavimento se encuentra parcialmente húmedo, pero si la lluvia es intensa y prolongada hay que tomar otras medidas de precaución ante la posibilidad de toparnos con un bache,  tope, agujero o si las condiciones empeoran sufrir un derrape o el famoso aquaplaning por las velocidades que alcanzamos.

El derrape o aquaplaning es el deslizamiento por la pérdida de control de nuestro vehículo sobre una superficie mojada, esto ocurre debido a que los neumáticos pierden adherencia al pavimento y no son capaces de desviar el agua que se encuentra entre la llanta y el asfalto.  Tengamos en cuenta que la situación de una colusión aumenta cuando se pierde la visibilidad, en especial si es de noche o perdemos la atención con algún distractor.

El peatón ante todo

Recordemos que la pérdida de visibilidad por empañamiento y el flujo de agua constante en los parabrisas es inminente, añade los personajes transeúntes de la urbe, como peatones, ciclistas y demás, por eso es de suma importancia moderar la velocidad.

El peatón siempre tendrá la preferencia no importando la situación climatológica que nos encontremos, ten cuidado con ellos. Un peatón se puede distraer al abrir un paraguas o al ponerse el impermeable. Además, con las gotas de lluvia, los ruidos habituales se mezclan y confunden, por lo que medir la distancias a la que se encuentra un vehículo se complica. Observa con atención el camino cuidando que no haya gente cruzando, ciclistas en movimiento y demás.

Mantenimiento y control vehicular

Un automóvil requiere de cuidados especiales cuando se habla de temporadas de lluvia. Del mantenimiento dependerá la seguridad de los ocupantes, por ejemplo, debemos mantener los neumáticos en buen estado, manteniendo la profundidad de los dibujos, ranuras de evacuación y control del flujo de agua, logrando una mejor adherencia en caso de algún derrape. Es cuestión de minutos revisar la presión de los neumáticos, de ser posible en frío, en cualquier gasolinera o vulcanizadora.  

Recordemos que la actitud y responsabilidad del conductor pueden ser decisivos: una velocidad excesiva, perdida de visibilidad, neumáticos en mal estado son los elementos necesarios para que suceda un inevitable incidente.

 

 

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