Una labor Financiera, ser padre

La paternidad es quizá la tarea más grande que existe. Cuando nos enfocamos a la educación de nuestros hijos, determinamos qué tipo de personas serán de mayores. Es común que los padres preparen a sus hijos para que sean adultos productivos e independientes, con la oportunidad de alcanzar metas y objetivos. Para ello, aparte de ofrecerles la mejor formación posible, hay que enseñar cierta disciplina para desarrollar buenos hábitos. La importancia de gestionar, ahorrar e invertir no es muy común en nuestro país,  por eso la responsabilidad financiera es una parte crítica de la educación que recae en los padres.

La Educación Financiera es el conjunto de conocimientos, técnicas y habilidades que nos permiten planear, administrar, incrementar y proteger nuestro patrimonio. Promover una educación financiera óptima en los niños y jóvenes es esencial para la toma de decisiones responsables.

Iniciemos la labor con algo sencillo, la apertura de una cuenta de ahorro y asignarles un presupuesto semanal, son algunos de los regalos que podemos ofrecerles para un mejor futuro. Cuanto mayor formación financiera  brindemos, mayores herramientas tendrán los niños para formar un buen hábito. Pero tengamos mucho cuidado, no es convertir a los niños en “pequeños adultos”. Se trata, de asumirlos como chicos con intereses propios de su edad, y enseñarles más sobre el valor del dinero y el esfuerzo que se requiere para obtener un bien material.

La mejor edad para iniciar a un niño  en el proceso de educación financiera, es… ¡Hoy mismo!

 

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