La importancia del ahorro a temprana edad

Hablar de dinero a los niños puede ser una tarea compleja, para iniciar una etapa de ahorro con creces hay que comenzar un hábito que les dure toda la vida. Fomentar el ahorro, suele ser sencillo pero se convierte en un reto en estos días.

La última Encuesta Nacional de Inclusión Financiera que hizo la CONDUSEF reveló que en nuestro país más de 45 millones de personas no suelen ahorrar, solamente un 36% de los adultos encuestados afirmó tener al menos un producto de ahorro formal y, dentro del ahorro informal, se encuentran distintos métodos de  recaudación de dinero grupal, una práctica poco segura.

Estos números reflejan la necesidad de fomentar una mayor cultura de ahorro a temprana edad, tomando en cuenta que el ahorro no solamente sirve para alcanzar metas, sino que, también es indispensable para cubrir cualquier tipo de emergencia como pudiera ser una enfermedad o desempleo, evitando recurrir a la familia o casas de empeño.

Los padres son los primeros que deben enseñar a los niños que pueden guardar una parte de su dinero para un fin.  Por la misma razón, te dejamos algunos consejos para iniciar un 2014 con intereses a tu favor.

Consejos básicos de ahorro:

Una forma de comenzar con esta práctica es retomando una tradición como la de la alcancía, ya que a esa edad (de cinco a 10 años) no es recomendable involucrar a los niños con una cuenta de banco

  • Fijar metas y enseñarles a hacer un presupuesto sencillo para cumplirlas
  • Motivarlos a que guarde mínimo 10% de su domingo en una alcancía, ésta no se podrá tocar hasta que se cumpla cierto periodo de tiempo
  • Predicar con el ejemplo: los niños siempre imitarán lo que hacen los padres, si ellos se dan cuenta de que están ahorrando, comenzarán a hacerlo también

Cómo empezar?

  • Hacer una lista de los que han sido tus ingresos y gastos en los últimos seis meses
  • Una vez detallada la lista, clasificar las necesidades, gustos y caprichos. De esta manera, podrán detectar las prioridades y eliminar gastos innecesarios, que acaban con la capacidad de ahorro
  • Establecer metas a corto, mediano y largo plazo, así como el camino a seguir para lograrlo
  • Finalmente, formalizar el ahorro bajo un esquema que nos evite tener el dinero a la mano y expuesto a ser gastado en cosas innecesarias
  • Ser conscientes que todo esfuerzo tiene su recompensa

 

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